Lo primero a tener en cuenta a la hora de pedir una hipoteca es el precio medio del suelo, el cual estableció el INE en 1.374€ allá por 2016. Como podréis comprobar es muy difícil comprar una vivienda para un mileurista. Los bancos vienen diciendo desde hace unos meses atrás que las hipotecas están subiendo, pero también se están endureciendo sus condiciones.
Uno de los imprescindibles para pedir una hipoteca es tener dinero ahorrado, sí o sí. Es una de las grandes diferencias respecto a los años previos a la crisis. Las condiciones son muy diferentes a las que había hace unos años y es algo que tenemos que tener en cuenta.
Los ahorros no es lo único que debemos tener para la concesión de la hipoteca, también, aunque para muchos es obvio, hay que ser solvente y contar con un trabajo fijo o unos ingresos demostrables. En caso de no disponer de ellos los bancos pedirán alguna propiedad o persona que pueda avalar. Obviamente está persona si debe tener ingresos demostrables ya que deberá hacer frente a la hipoteca en caso de que vosotros no podáis.
Los más ventajosos en este campo son funcionarios y personas con contrato fijo. Esto no quiere decir que sean los únicos a los que se les conceden hipotecas, ya que si tienes un contrato temporal simplemente deberás demostrar fondos, recursos o un aval. Pero os recordamos que no es lo más común.
Las hipotecas más comunes que se están concediendo actualmente pueden llegar hasta el 90%. Cabe la posibilidad de que en algún caso muy concreto la financiación ascienda hasta el 100%
Hace unos años la duración de una hipoteca de 200.000 se podía pagar en 25 años, pero actualmente ha aumentado hasta los 30 o 40 años.
Ahora lo más común son las hipotecas de tipo fijo y esto se debe a la bajada que ha sufrido el Euribor. Pero como siempre depende de muchos factores, principalmente del banco con el que tratéis.
A pesar de todos estos cambios los expertos siguen indicando que este 2018 es un año ideal para comprar viviendas.